Aquí huele a que me voy enrollar cosa mala. Avisadas estáis.
Creo que la experiencia es muy distinta si entras solo, sola, en pareja, si eres/es/sois hetero, bi,... (me salto a los gays con perdón porque veo pocos por aquí). Así que os cuento mi película como hombre soltero y heterosexual (hasta la fecha).
Como hombre solo lo primero que debes preguntarte es si estás aquí esperando follar mucho y fácil. Es una opción válida, sin embargo la mayoría de los tíos (que yo conozca) no le dicen que no a un polvo ocasional sin implicaciones con una desconocida que han conocido en un local o en una página de contactos. ¿Entonces la mayoría de los hombres son liberales? ¿Tinder es una red de contactos liberales?
Probablemente haya tantas definiciones de qué es ser liberal como personas se sientan liberales. Para mi ser liberal va más allá de tu actividad sexual concreta y con cuántos o con quiénes la tienes. Ser liberal es
una forma de entender las relaciones afectivo sexuales. Un ejemplo: mi última pareja me dejó claro que no quería que tuviésemos sexo con otras personas. Yo acepté, me importaba más estar con ella. Mi vida sexual cambió pero mi actitud permanecía. Me habría parecido bien (incluso positivo en ese momento de su vida) que ella sí tuviese sexo con otras personas, y así se lo hice saber en varias ocasiones. Aunque ella no lo creyese, no me habría sentido celoso o menos querido porque hubiese explorado sus deseos llegado el caso. Sencillamente esa es mi forma de verlo y por eso me considero liberal.
Entender. Esa es la clave. La sexualidad liberal está en la cabeza. Hay personas, mujeres, hombres y parejas, que van a un local
sólo buscando a alguien con quien follar, basta con que le(s) atraiga y haya conexión. Hay quienes prefieren salir a cenar y dejar que el ambiente se vaya caldeando poco a poco. Algunas jamás repiten mientras que otras buscan gente con la que conectar y tener encuentros esporádicos. Miles de opciones. Pero las personas que están dentro de este ambiente
entienden. Y esa es la reflexión que te quiero hacer a ti que te acercas a esta historia. Otros lo resumirán en la palabra respeto pero aquí quiero ser más preciso.
Tienes que entender que si tienes sexo con una mujer sola, ella está en el mismo juego que tú. No es un agujero en el que meterla y no es un trofeo de caza. Estás entre iguales, aún si se establece un juego de roles de jerarquías, o ella quiere hacer el papel de putita, follar
sucio o sin mediar palabra; fuera de ese juego sois iguales. Querer hacer un gangbang con una docena de tíos no la convierte en una puta. Buscarse uno cada noche no la convierte en una puta. En la sexualidad liberal todas somos iguales.
Tres cuartos de lo mismo si interactúas con una pareja. Ella no es tu putita, aunque juegue a serlo, De hecho no es nada tuyo. Ellos están juntos y tú estás invitado (de nada). Él no es un pringao que deja que a su mujer se la folle otro, esté presente porque son swingers o no lo esté porque van por libre. No es un cabrón, aunque juegue a serlo. Y
no, no te ha prestado a su mujer porque no es suya, aunque jueguen a eso. En resumen, si más allá de la fantasía no eres capaz de verles como personas, como iguales y disfrutar
con ellos, probablemente estés en el lugar equivocado y lo único que consigas aparte de un polvo fácil es incomodar a otras personas.
A la hora de adentrarte en la sexualidad liberal como hombre solo plantéate lo siguiente: ¿Serías capaz de vivirlo igual si tuvieses pareja? Es decir, ¿le plantearías a tu pareja que quieres tener una relación swinger o liberal con ella? ¿O por el contrario esto de andar por ahí follando está muy bien pero a
tu mujer que no la toquen?
Para resumir mi consejo es que te hagas preguntas. Muchas preguntas. Que examines lo que sientes, que pruebes y decidas lo que te gusta y lo que no. Que escuches, compartas y aprendas. Porque no se trata de liberar tu polla sino tu mente. Y por supuesto, ¡que te diviertas!