Nunca había oído la canción de Conchita, como pasan los años… Y como evolucionan las “nanas”.
Cuando yo era niña, mi padre me cantaba esta canción, de Machín,
Y yo se la cantaba a mi hija…Me sirvió de nana muchas veces para que se durmiera...
Cuando nació mi nieto obviamente cambié el género a la letra, pero a la niña también se la he cantado.
Esta canción de Conchita me hubiera venido muy bien para cantársela a los dos. Cosa que haré, no lo dudéis.
Os voy a pasar información “adicional”:
Nunca se deja de desear matar a quien hace llorar a nuestros hijos, por muchos años que cumplan y por mucho que se suelten de nuestra mano y vuelen libres….
Y ya no os digo cuando os conviertan en abuelas. El sentimiento de protección no es que se multiplique por dos, lo hace hasta el infinito….