ACOSO

Recuerdo la primera vez que un hombre abusó de mi, tal vez parezca una palabra dura, pero yo tenía 6 o 7 años y estaba con mi amiga jugando una tarde de verano las 2 solas.  El hombre nos ofreció golosinas y las cogimos. Mientras las comíamos metió sus manos debajo de la falda de nuestros vestidos y fue subiendo hacia arriba. Miré al hombre y a mí amiga, pero como ella no decía nada, me dio vergüenza decir que no quería que hiciera aquello. 
Por suerte una vecina se asomó a la ventana y nos llamó gritando para entrar en la portería e insultar al hombre y amenazarlo para llamar a la policía.
Yo tenía miedo y me puse a llorar.
¿Qué había pasado? ¿Por qué había hecho eso el hombre?
No me había gustado, me daba asco.
Mi vecina, madre de 2 hijas habló con nosotras y nuestros padres, después de que se lo explicaran no querían dejarnos salir a ninguna y encima nos echaron bronca x no saber que no debíamos coger nada de extraños y mucho menos dejar que nos toquen donde sea.
Sentí que me había portado mal ya que estaba castigada por hacer algo que no debía.
Pasé años evitando las aceras donde había grupos de chicos juntos porque cada vez que pasaba por uno hablaban de mi culo, de lo guapa que era y de lo que me harían si me dejara.
Las obras era otro espacio prohibido, pasar x delante y que gritaran cosas hacia ti mientras tú solo pensabas en que la tierra te tragara.
No te pongas minifalda, ni escote, no sonrías mucho ni los mires directamente, no vayas provocando.
Todo esto y mucho más eran los consejos que nos daban nuestras madres y abuelas, pero daba igual que cumplieras con todo, te decían cosas igual. Así que me cansé de mirar hacia abajo, o hacia otro lado.
¿ Por qué era culpa mía que aquellos hombres me dijeran esas cosas? Yo no había hecho nada, y aún así gritaban guarradas sobre lo que te harían.
Y llegó el día en que decidí no cambiar de acera cuando vi un grupo de chicos. Pasé por delante mirando al frente, no a ellos y empezaron a decir las cosas de siempre.
-"Eso es un culo. Si pudiera te iba a follar hasta no poder más.  Quién fuera pantalón para estar pegado a ti. Madre mía qué tetas. ¿Quieres verme la polla?" Y un largo etc... Nada más pasar el grupo me giré hacia ellos.
"¿Se puede ser más gilipollas?" Fue mi primera frase, no les dejé contestar, ni escuchaba lo que decían " Ni con un palo me ibas a tocar imbécil. ¿Y tú para qué quieres que te vea la polla?¿no eres capaz de encontrártela tú solo?" Me giré para irme, estaba temblando.
"Puta" oí a mis espaldas.  Ni me giré, saqué mi dedo corazón  hacia ellos y me fui. Mientras me alejaba, una sonrisa acudió a mis labios. Fue mi primer acto de rebeldía feminista fuera de casa.
Desde entonces fue in crescendo y hablando con mis amigas y mi mejor amigo sobre ello.
He tenido amigas a las que han violado, a las que han maltratado, yo he salido corriendo muchas veces para que no me tocaran.  He gritado para que se fueran de allí porque pasaba gente.  He tenido que recurrir a otros hombres para que me defendieran de esos estúpidos que creen que tener polla les da superioridad respecto a nosotras.
Hay mucho que contar sobre esto y cada una tenemos nuestra visión de lo mismo.  Porque sí, todas hemos pasado algún motivo incómodo por culpa del patriarcado y las ideas concebidas sobre ellas...
Continuará...