Fetiches sexuales (otro tipo de parafilias)
Sigmund Freud consideraba el fetichismo como un tipo de parafilia, un tipo de conducta sexual, donde el individuo se ve afectado por un objeto o una parte del cuerpo humano que le provoca la excitación. Por ejemplo, los zapatos, los pies, la ropa interior, diversos accesorios del vestuario, entre otros objetos.Juguetes sexuales. Es una manera de tener diversión ‘extra’ a la hora de tener relaciones sexuales. Ante la gran variedad de oferta que existe en el mercado (de tamaño, forma, color, funcionalidad…), lo primero que hay que hacer es saber qué es lo que te provoca placer a ti o si tienes pareja, a tu pareja.
No debemos buscar aquel juguete sexual que esté de moda o que sea el más vendido del momento, sino aquel que mejore la conexión con tu cuerpo y tus sensaciones a la hora de practicar el sexo. Si lo vas a utilizar en pareja, es fundamental que las dos partes sepan que es una decisión libre y personal y que estén siempre de acuerdo.
El secreto está en la ropa. Aquí nos referimos a vestirse con lencería de encaje, de un determinado color (normalmente rojo o negro) o con disfraces de diversa índole. Lo normal es que la persona no se quite esa ropa interior durante las relaciones sexuales para excitarse más tanto ella misma como el otro miembro de la pareja. Es una de las fantasías sexuales más frecuentes y que más a menudo se llevan a cabo en la intimidad. Además, la ropa de cuero y látex son las más frecuentes a la hora de excitarse.
Dentro de los fetiches más populares destaca la altocalcifilia, la excitación sexual por el calzado femenino. Muchas personas pueden llegar al orgasmo sin que la otra persona se quite los zapatos (generalmente tacones altos) durante lo que dura la relación sexual. También los pies son un fetiche habitual. Para mucha gente, ver unos pies cuidados y suaves les resulta de lo más excitante.
Autoandrofilia. Parecida a la anterior, esta fantasía hace referencia a cuando la mujer siente placer al vestirse con ropa masculina durante los preliminares y el acto sexual. Implica un rol de dominación por parte de esa persona.
Estigmatofilia. Llevar tatuajes está a la orden del día y por lo general no pasa de ser un gesto estético, de moda o algo que tenga un significado personal para la persona tatuada. Pero existe un tipo de fantasía por la que las personas se excitan más si están con otro individuo que lleve un tatuaje o varios en su cuerpo.
También hay personas a las que los piercings en los labios, la lengua, el ombligo y los pezones les provocan una gran excitación. Solo con verlos pueden estimularse y también la sensación de frío que pueden sentir al tocarlos con alguna parte del cuerpo provocan esa excitación ‘extra’.
Tricofilia. El pelo siempre ha sido un símbolo de sensualidad, tanto femenina como masculina. Y esto es algo que los fetichistas del cabello llevan a rajatabla. Estas personas alcanzan una intensa excitación cuando acarician el pelo de otras personas. Pero no todos son iguales, ya que quienes presentan este tipo de fetiche no siguen un patrón concreto, depende del color, el corte de pelo o hasta el peinado. Aunque la tricofilia se satisface con el contacto físico con el cabello, también se puede alcanzar el clímax viendo cortar el pelo a otra persona.
Claustrofilia. Seguro que has escuchado hablar de la claustrofobia, que es el miedo que sienten algunas personas a los espacios cerrados y que puede provocar problemas de salud mental importantes. En este caso, hablamos de todo lo contrario. Los ascensores, probadores de una tienda o el cuarto de baño de un avión son los lugares que más excitan a las personas que disfrutan de relaciones sexuales en espacios pequeños. Lo normal es tener pánico a espacios cerrados, pero en este tipo de fetiche lo excitante es permanecer en ellos.
El término «ursusagalamatofilia» hace referencia a la excitación sexual por los juguetes de peluche o por personas disfrazadas con traje de animal (osos, tigres, perros, gatos...). Esta parafilia recibe otros nombres como «plushophilia» o «peluchofilia».
El parcialismo. Es el interés sexual por una parte específica del cuerpo, que despierta en el sujeto por lo menos tanto interés erótico como los genitales, sino más. Está sobretodo relacionado con los pies, las manos y las axilas, aunque puede tratarse de cualquier parte del cuerpo exceptuando los genitales. Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. La excitación se produce al acariciar, besar, chupar, lamer, oler o tocar la parte del cuerpo objeto de fetiche.
El más común es la podofilia (el fetichismo por los pies), aunque también son usuales entre los parcialistas la maschalagnia (fetichismo por las axilas), la nasofilia (interés extremo por las narices).
Olor. El olor o la olfactofilia es otro fetiche bastante común. Los expertos también la denominan como barosmia quees la excitación que comienza en el olfato y esto tiene que ver tanto con olores considerados como agradables hasta los que no.
Mecanofilia. Se trata de la excitación que provocan ciertos vehículos, como coches, motos u otras máquinas. Normalmente, se suelen aprovechar para mantener relaciones sexuales en estos vehículos. No le suena extraño a nadie el hecho de tener un encuentro sexual en un coche, ¿verdad?
Quirofilia. Es un fetiche específico para las manos y puede manifestarse por diversas razones. A veces es porque alguien tiene una bonita manicura, tal vez son sus dedos largos y femeninos, o fuertes y su forma es muy masculina.
Xenoglosifilia. Es la excitación sexual que ocurre cuando una persona nos habla en un idioma distinto al nuestro.
Lecturas Eróticas. Es uno de los fetiches más comunes, pues es a través de la imaginación que pueden llegar al orgasmo, ya sea a solas o acompañadxs.
Comida. A muchas personas les gusta incluir comida durante el sexo, ya sea la clásica crema batida, frutas o chocolate, la idea es darle más sabor al encuentro.
El placer de un Feeder es dar de comer a un Feedee (quien es el alimentado) y así nace el Feederismo. Es común empezar una relación y engordar un par de kilos en estas primeras salidas para luego encontrar un equilibrio, pero quienes se unen a este tipo de fetiche sexual, se excitan al engordar, aunque cabe aclarar que esto no siempre resulta ser lo mejor para la salud, ya que se ha registrado un aumento considerado de peso en estas parejas que superan los 200 kilos, pues el fetichismo parece nunca terminar (al igual que la saciedad de comer excesivamente, para algunas personas).
Nasolingus. Este fetiche tiene que ver con la nariz, corresponde a las personas a quienes les excita chupar y hasta succionar la nariz de la otra persona.
Hierofilia. Este es un fetiche más común de lo que imaginas y se relaciona con las personas que se excitan al ser acariciadas con plumas de aves.
Knismolagnia. ¿Te gustan las cosquillas? Hay personas que no sólo las disfrutan, ¡también les causa un gran placer sexual recibirlas!
Odaxelagnia. Puede ser tremendamente excitante para muchas personas (ya sean ligeras o más fuertes) .
Flatofilia. Se trata de la excitación a través de los gases corporales de la pareja.
Verlxs al volante. Un acto cotidiano como conducir un auto puede ser un gesto muy atractivo, pues tener el control del camino, concentrado y atento al volante, resulta ser tan varonil como cuando está al mando en el ritual sexual.Aunque esa comunión entre él y su vehículo no es tan pasional como la que tiene contigo, sí que se asemeja.
Dominar un instrumento musical. El rockstar es la fantasía de casi todxs, así que si entre sus talentos está el de saber tocar un instrumento o ser un músico en todo su esplendor, puede ser la obsesión de alguien
El intelecto. O la sapiosexualidad , así que la inteligencia es una de las cualidades que entran en esta lista de fetiches. Que una persona converse acerca de arte, literatura o cualquier tema de verdadero interés sin alardear de sus conocimientos, la vuelve un objeto del deseo indiscutiblemente.
Que cocinen. El rito culinario puede ser comparable con el que realizamos en el sexo, y si el hombre que nos fascina lo ejecuta también en la cocina, al probar y mezclar con singular entereza, es una muestra de lo que nos hará en la cama.
Que la cena que antecede lo que disfrutarán piel con piel sea hecha por sus manos es un afrodisíaco infalible.
Que vistan uniforme. Un fetiche del que nadie puede negarse. Generalmente, los atuendos de quienes guardan el orden o salvan vidas son los más excitantes ; bomberxs, médicxs, guardias… Son incontables los juegos que estos uniformes incitan a experimentar.