TOMATES VERDES FRITOS

****Si Hombre
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Autor de un tema 
TOMATES VERDES FRITOS
(RELATO ESCRITO A CUATRO PATAS POR @*******ante y @****Si)
------------basado en un historia real -------------------------------


Rosa subía la escalera con ese vaivén de caderas que había disparado la lujuria mientras bailábamos apretados uno contra el otro horas antes.

Me embelesaba ese bamboleo y mis manos temblaban de deseo por apretar esas nalgas, mientras mi sexo ya hinchado palpitaba sólo con imaginar que me envalentonaba y subía los escalones que nos separaban para apretarlo contra ese culo prodigioso.

Rosa se giró, me sonrió pícara y en lugar de susurrarme la invitación a seguirla que yo anhelaba me dijo coqueta “ mañana a las siete en los cines Ideal” y sus labios dibujaron un beso en el aire mientras un guiño cómplice ponía punto y final a nuestro encuentro.

Y menudo encuentro, ¡el día de la boda de mi ex!
Como en flashback, repaso, aturdido aún por la visión de ese culo, lo que hace pocas horas he vivido y me ha traído hasta los pies de esta escalera que ahora miro con decepción.


Primera secuencia: INTERIOR -NOCHE-Sala Galileo.

(Dos de la mañana, algunas parejas bailan en la pista , suena música discotequera de los ochenta mezclada con éxitos de salsa, mucho tío solo y alcoholizado en la barra, muchas risas en las mesas, ambiente de boda…)

Después de muchas copas, él, que ya ha bailado con media pista, entrecierra los ojos buscando alguien que, para variar, sepa bailar o al menos se deje llevar. Busca pareja de baile, para entablar esa conversación de cuerpos y miradas que tanto le gusta, alguien para disfrutar de ese momento de conexión en el que sólo manda la música, ni los pasos, ni las coreografías o piruetas, ni los deseos importan, sólo el dejarse fluir entre notas.

Se cruza con la novia, enfundada en rojo, que, demasiado desinhibida por el alcohol, le forra a besos y abrazos, algunos claramente fuera de lugar, bajo la atenta mirada del novio, que acodado en la barra, les mira con cierto recelo. Cuando suelta la tenaza que le aprisiona, que trata de llevarle a un pasado al que no tiene intención de volver, la ve.





Baila sola como si el mundo no existiese, suena Cruz de navajas, que en la voz de Celia Cruz, rota y vivaracha, suena a dolor contenido. Dejándose llevar por el impulso y por las notas que los envuelven, él se acerca y, mirándola a los ojos, extiende su mano en una invitación imposible de rechazar. Rosa, que ya se ha relajado, sonríe y se la entrega, sabe lo que le espera, ella también ha notado la electricidad.

(sigue sonando la música, mezclada con murmullos y risas mientras los bailarines absortos se dejan llevar y cada vez van aparentando más sus cuerpos. Fundido a negro)

Segunda secuencia: EXTERIOR- NOCHE – Calles de Madrid


(Es verano, la noche es cálida y húmeda, les envuelven olores que no existen en esas calles, huele a mar y a gatos que miran con los ojos encendidos o tal vez son los restos de la pescadería de enfrente..)

Como en la canción de Mecano, comiéndose a besos, llegan a su portal, y ella, sonriendo pero firme y contundente le dice con voz dulce sosteniendo su mirada y sus manos: “Nunca, nunca, nunca, me voy a la cama la primera vez”. De acuerdo, ok, dice él, y mientras besa un pezón entresacado de un vestido azul de un buen escote sugiere, sosteniendo su mirada, ahora más lasciva: “hagámoslo en el portal”. La risa de Rosa resuena por toda la calle y, aún entre carcajadas, comienza a subir escalones, esos que ponen la distancia que a él le gustaría vencer de un salto para clavar sus dedos en esas nalgas que le vuelven loco de deseo.

“EHHH, TUUU. ¿TE VAS A QUITAR DE EN MEDIO?” le grita un tipo que intenta salir del portal. El sigue ensimismado, extasiado con la promesa de una sesión de cine con esa mujer fascinante. Como un pasmarote se gira y se va caminando, casi flotando, por las calles de Madrid, silbando. Deambula feliz rumbo a su solitaria cama, imaginando que agarrado a esas caderas baila sobre la cama de Rosa.

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Fin del flashback. Vuelvo al presente, ese que desde anoche he estado esperando y cuyas expectativas han interrumpido varias veces mi descanso.
Estoy plantado en la puerta de los Cines Ideal. Espero, temblando de deseo por tocar de nuevo esa piel y besar esos labios que ayer humedecieron mi sueño y me acompañaron en un placer solitario.

Ella aparece caminando sobre unos tacones, nerviosa, con esa seguridad de saberse deseada y la incertidumbre de si ese chico que anoche bailaba taaaan bien merecía el esfuerzo o si fueron los Martinis los que la embaucaron y trastornaron su percepción.
Dibuja en su boca una sonrisa luminosa, sus ojos centellean al encontrarse con los míos y abre sus brazos al llegar a mí, para acogerme en ellos en un abrazo cálido. Yo me asombro y me dejó acoger, no suele conservarse la magia de una noche al día siguiente.

Noto sus pechos rozando el mío, sus pezones erectos me acarician, y mi sexo se abulta inmisericorde, apretándose contra su pubis que, al igual que sus brazos, me acoge sin intención de separarse. Creo que no me importa qué película veremos, pienso, al tiempo que beso su cuello y ella arquea su espalda.

Cuando al fin nos separamos meto la mano en mi bolsillo para sacar el dinero y aprovecho para acomodar mi indisimulada erección. Ella me mira pícara, saca la lengua y acaricia su labio inferior, humedeciéndolo para mí, que no puedo dejar de mirarla. Me provoca y yo estoy ya rendido a su juego.

Tomates Verdes Fritos es un título suficientemente absurdo. Imposible que algo llamado así nos pueda distraer del verdadero motivo por el que estamos aquí y ahora, Rosa y yo.

Entramos agarrados de la cintura, buscamos un sitio lo más lejano posible a la pantalla, está claro que no vamos a prestar mucha atención así que poco nos importa la visibilidad. Se apagan las luces, comienza la proyección y empieza la acción, nuestra acción, la deseada acción.


¡¡¡TOWANDAAAAA!!!




No sé cuánto tiempo ha pasado cuando de pronto de los altavoces del Cine Ideal surge un grito atronador.

Al escuchar el grito de guerra, saco la cabeza de entre sus piernas temblorosas, en mi boca está su miel, que ella me reclama, de lo que nace un beso que se convierte en una pelea dulce de lenguas y manos, que colocan y descolocan su ropa y la mía.
En más de media película hemos conseguido: que no nos echen, que no es poco, que sus bragas estén en algún lugar tres filas más atrás y que yo haya perdido un zapato.
Y por supuesto que sepamos a que saben nuestros sexos y nos dibujemos los cuerpos en la penumbra de la sala, con las manos temblorosas y los ojos brillantes. Nos hemos visitado con los dedos y las bocas varios lugares en contorsiones que nos hubieran hecho ganar un Pinito del Oro en el caso de que alguien las hubiera visto. Hemos gemido orgasmos al oído uno del otro con la premisa de mordernos la oreja si hacíamos demasiado ruido y he acabado de rodillas entre sus piernas perdiendo la noción del tiempo, del espacio y casi de la respiración mientras terminaba de masturbar su clítoris con mi nariz y recibía en mi boca y mis dedos una cascada de orgasmos, ay si pudiera morderle las orejas al mismo tiempo, ¡¡menudos gemidos!! Gemidos en Sensurround, los ha tenido que oír todo el cine porque en la sala solo hay otras dos personas en la otra punta.

Pero ahora, cuando escuchamos ese grito de guerra de Kathy Bates y volvemos desde el cielo a la Tierra, nos entra la risa floja con la escena que acaba de verse en la pantalla y en lugar de fumarnos el cigarrito de después, nos engancharnos con la peli. Tanto nos engancha, que cuando acaba, nos encuentra la acomodadora medio vestidos, cogidos de la mano y con las orejas muy coloradas. Tenemos esa expresión de disfrute y los ojos brillantes como cuando has tenido buen sexo o has disfrutado de una buena historia o ambas cosas. Cine y sexo, no se puede pedir nada mejor para una tarde de domingo...

La acomodadora se nos queda mirando y suelta “¿Tomates fritos?” ¡Vosotros sí que os habéis frito, quemado más bien!”

Rosa me mira, se ríe y me suelta : “ Habrá que venir a verla entera. ¿Mañana?”. Sonríe, pasa su lengua por su labio inferior y me guiña un ojo llenito de promesas.


*********dTux Pareja
533 Publicación
@****Si @*******ante

Sexo, cine y aderezado con buena música. Que más se puede pedir.

Pluma exquisita la vuestra, me rindo *knicks*
*****i77 Mujer
6.474 Publicación
Moderador de grupo 
Maravilloso 👌👏🏻👏🏻👏🏻❤️
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