¿Porqué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?
No era la primera vez que se veían, de hecho hacía muchos meses de esa primera vez y mucho más desde que empezaron a hablar.Se gustaron, eso era innegable.
Pero cada uno tiene sus tiempos, su vida, sus momentos, y ese no estaba destinado a ser el suyo.
Un día él recibió un mensaje de ella casual o causal tal vez... y empezaron a hablar de nuevo.
Estaban en un momento diferente a cuando se conocieron y pronto esas conversaciones empezaron a calentarse.
Así que al verse ese día, se miraron a los ojos sonriendo y se lanzaron ambos a los labios del otro.
Parecía que sus lenguas llevaban esperándose todo ese tiempo. Se abrazaron y entraron al hotel.
Estaban nerviosos pero felices, esas miradas, esas manos que se rozaban.
En el ascensor, él metió la mano por debajo del vestido de ella, y ella notó como se humedecía con ganas atrasadas.
Abrieron la habitación como pudieron sin dejar de besarse y tocarse, de sentir que realmente estaban allí, uno frente al otro.
Llegaron a la cama entre risas y gemidos.
Se desvistieron el uno al otro acariciando cada zona que quedaba desnuda, besándola.
No querían dejar de verse, de darse cuenta de que estaba sucediendo de verdad.
Él la agarró con suavidad de la espalda tumbándola y poniendo una mano en su vientre para que no se moviera mientras sus labios bajaban hasta aquella humedad cálida que se había formado entre sus piernas.
Ella se agarró al cojín para dejarle hacer y empezó a mover la lengua con gran pericia por su inflamado clítoris. Sus gemidos cada vez eran más altos, él aceleraba y ella sintió cómo su cuerpo era invadido por oleadas de placer que la hacían estremecer.
Él subió sin hablar y se abrazaron, y fue uno de los momentos más hermosos que había vivido en mucho tiempo.
Él la había llenado de un amor que poca gente conseguía.
Quería que él sintiera también el suyo. Tenía mucho amor guardado esperando ese momento y ahora fue ella la que apoyó la mano en su duro vientre para,que no se moviera y se relajara.
Llegó hasta su polla y empezó a mimarla como si fuera algo sagrado, a venerarla y adorarla como sentía en ese momento.
Una mano jugueteaba con sus huesos mientras la otra ayudaba a su lengua y a sus labios a formar un movimiento constante que hacía surgir los gemidos de la boca de él.
Cuando estaba completamente erecta él tiró de ella hacia arriba y mientras se ponía un condón le susurró " y ahora te voy a hacer el amor" ella se encendió más con esas palabras y mientras él se abría pasó entre toda aquella humedad, ella empezó a moverse para sentirlo más dentro, para sentirse un solo placer aplicado a 2 cuerpos sudorosos, desnudos, calientes.
Amándose en aquella habitación de hotel hasta caer exhaustos, llenos de placer y de amor, de respeto y de cariño.
Volvieron a abrazarse mientras sus respiraciones se relajaban y acompasaban.
Ella necesitaba ese abrazo, él lo sabía y se lo dio con el mayor amor que guardaba y ella lo recibió de esa forma.
Una lágrima cayó por su cara y él la recogió con su dedo y besó donde había estado.
Fue una noche llena de amor y placer, ambos lo agradecieron.
Se despidieron sin saber si volverían a verse pronto pero con ese cariño y respeto que se tenían mutuamente y se respiraba entre ellos.
☆ Inspirado por uno de los directos de @********tium ¿xq ese miedo a dar y a recibir amor aunque solo dure un rato? Cada uno entrega lo que tiene en su interior, y podemos tener mucho amor, otros pueden llamarlo cariño, a una relación sexual casual, o causal. Qué bonito sentir que cuidas y te cuidan durante esos momentos de placer muchas veces mágico.