LA RUTA DEL PLACER

*******r2s Hombre
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LA RUTA DEL PLACER
Subo al autobús de Lyon destino a Madrid, es de noche, mi asiento me lleva a la fila de atrás del todo, la cabeza pegada al cristal, me pongo mis auriculares y me evado, la mente perdida en mi música de Asilo, quizás me dormiría y el viaje se haría más corto...

Justo cierro los ojos que un golpe seco en la rodilla me saca de mi zona de confort, y la veo a ella, una mujer especialmente atractiva, ojos profundos, gótica pero no en exceso, de unos veinticuatro, quizás veintisiete años como mucho, soy malo para las edades lo sé...

Se disculpa y se acomoda a mi lado, discretamente a través del cristal la observó en su reflejo, me gusta, tiene el cabello corto liso, cuadrado hasta la nuca, un cuello realmente precioso por el cual se entreve una flor de iris tatuada que baja hacia el pecho izquierdo, mi curiosidad anhelaba descubrir y explorar aquel tatuaje dibujado en sus curvas de ensueño.

Captivado con su mirada, mi mente perversa empezó una viaje al desconocido, no me dejaba tregua, me sentía atormentado por un deseo que crecía endureciendose en mi tejano, pulsiones que iban por libre, perdido en mi descontrol, intentaba en vano disimular mi excitación.

Ella sujetaba un libro de Stephen King en sus manos, sus uñas pintadas de un morado oscuro abrazaba aquel libro y yo solo soñaba en ser ese libro para poder sentir sus manos, deleitarme en sus uñas afiladas, en ser presa de aquella felina, en probar en mi piel como sus garras se clavan en mi, prisionero de sus deseos.

Que sensación afligida por mi vecina...
Su boca perfectamente dibujada, simétrica, contenía en ellos mis anhelos por besarla, los labios pintados como las uñas eran anzuelo de mis intenciones en aquel momento.

Todos los pasajeros del autobús estaban en los brazos de Morfeo pero nosotros no, ella abrio su libro por su marca página y empezo su lectura, las páginas desfilando, yo centrado en aquel hermoso reflejo de la ventana, escuchando mis canciones pero sin prestarle mucha atención al qué grupo tocaba, no me importaba mucho la verdad. De vez en cuando, giraba la cabeza para mirarla directamente.

Ella noto mi miraba, me la devolvia sonriéndome, que sonrisa más hermosa, me decía en mi cabeza, parecía un ángel envolviendo con su mano mi corazón latiendo fuerte, o quizás sea la de una felina endemoniada invitándome a entrar en el infierno cálido y perverso de su belleza.

De repente, cerró su libro, y con un voz discreta, empezó así sin más, a preguntarme a donde me dirigía, cuando le contesté mi acento no podía engañarla y así empezamos a hablar de todo y de nada, en cuestión de segundos nos los contamos todo, nuestras aventuras y desaventuras en las tierras galas e Ibéricas.

La escuchaba, su voz penetraba en mi como la de una sirena asechando con su canto, atrayendome cada vez más a ella.
Nos sentíamos cómodos, nos reímos, y poco a poco eramos cómplices y atentos el uno al otro.

Parecíamos colegas de toda la vida...
Un par de filas más delante, dos asientos estaban desocupados y decidimos sentarnos ahi para tener más intimidad y por comodidad también, porque su vecino de asiento le había raptado el hombro sin su permiso como si ella era un vulgar cojin de seda y sujetaba la cabeza de aquel señor aturdido en su sueño profundo, encima como si era poco, los ronquidos de aquel hombre la dejaba sorda y molesta.

Nos sentamos en aquellos asientos libres y seguimos nuestra conversación, hablamos sin retención ni tabúes, libremente, en ese tiempo lo sabía casi todo de ella y ella de mi, pero jamás nos dijimos nuestros nombres, no sé cómo se llama ni ella sabe el mío, quizás porque jamás nos volveríamos a ver.

En mitad de la charla empezamos sin razones aparente a hablar de sexo, vete a saber porque, pero mientras lo hacíamos, nos acercamos más el uno al otro, de repente noto su mano aterrizar en mi pierna al mismo tiempo que la mia se acercaba a la suya.

Al principio nuestras manos se mantienen inmóviles, no me esperaba a que ese momento llegase aunque lo soñaba despierto, la deseaba, poco a poco nos dejamos llevar, desapareciendo la incomodidad de nuestro mutuo atrevimiento y reemplazándolo por una atracción que no queríamos negarnos.

Mientras nos acariciamos mirandonos sigilosamente, nuestros labios se juntan en un beso tan dulce como algodón de azúcar. Disfrutaba la pasión en ese primer beso, delicatessen que saboreamos e hicimos eterno.

Mi piel se eriza, la suya también, ese hormigueo nos atravesaba de los pies a la cabeza, mi tejano empezaba a desformarse por mi excitación, apreciaba como mi polla se endurecia, sensible a sus caricias, se endurecia y no podía controlarlo, ella sonreía, lo buscaba, lo provocaba, mi falo se rendía a los asedios de esa guerrera vasca, dueña de mis deseos el tiempo que dure.

Respondía a su provocación continua provocándola también, un juego que me encanta, mi mano inquieta y juguetona estrechaba el cerco hacia su coño, me introduzco por debajo de su falda de cuero, redibujando las líneas de su vulva oculta en la suavidad de su lencería, decayendo mis caricias por encima, al principio solo simple roces, sobrevolando aquella vulva húmeda y excitada. Mis dedos se acercaban a las puertas de su placer íntimo. La penetre con delicadeza, mis dedos encorvados, disfrutando del camino que la hacía gemir en su intento por disimularlo.

Percibo su excitación, alocada, y perversa, su mirada lasciva, su coño empapado, caliente, una delicia...

Ella desbrocha mi cinturón y los botones de mi vaquero, saca mi polla erecta y empieza a masturbarme, lentamente, cuidadosamente y con unos movimientos más sensuales que me volvía perdidamente loco.

• Quiero follarte!!! me dice.

Sabéis la sensación esa cuando acercamos la mano a una vela y sientes el calor abrasador quemarte y retiras la mano, pues esa misma sensación note a más me aventuraba en su manjar, pero en vez de alejarme de aquel calor, quería quemarme y entrar con ella en el fuego.
Estábamos totalmente absorbidos por la pasión y el deseo que olvidábamos donde nos encontrabamos, nos morreamos intensamente , su lengua envolviendo la mía, masturbandonos mutuamente...que pasada!!!

Sus jadeos se intensifican cuando pulse la tecla correcta con los dedos, chorreando por oleadas cortas, la que liamos...ella intentaba por todos los medios disimular su placer para no despertar el vecindario del autobús aún dormido.

Nos ponía mucho que puedan descubrirnos en nuestros menesteres carnales, sus suspiros eran gemidos silenciados, su rostro mostraba un deseo incontrolable por follarnos.

Dos asientos en un autobús Alsa no era precisamente lo más cómodo pero encontramos la manera de darle rienda suelta a nuestro juego con las limitaciones del lugar.
Que morbo, los pasajeros cerca, durmiendo, roncando, gesticulando en la incomodidad del viaje en autobús, y nosotros a falo y coño, morreos y masturbación pasándolo a lo grande.

Su boca se acerca a mi polla, era mirarla para saber su deseo de probarme, que dulce manera de englutirme, su lengua abrazaba mi polla y lo cuidaba como si de un tesoro se tratase, me meneaba con suavidad, saborea cada centímetros de mi sexo, mi glande con sus lamentones, de arriba a abajo, mis testículos desaparecían en el interior de su boca hambrienta y deliciosa, me mira, me sonrie, me provoca, me chupa sin parar y la disfruta tanto.

Anhelaba catar su coño, saciar mi sed con su néctar cálido, se pone de espalda contra el cristal, una pierna sobre el asiento ,la otra en el suelo, abierta, excitada esperándome, me arrodille como podía en ese espacio reducido,
y sin más preámbulo mi lengua empezó a dibujar números y alfabeto en su coño, es decir que es precioso, mi lengua se abalanza en su raja, se introduce en ella, absorbiendo ese jugo que me llena, me deslizó de abajo hacia arriba, no dejando nada escondido ni nada por disfrutar, bordeo su clítoris, ella tiembla de placer, se tapa con una mano la boca, la otra en mi cabello invitándome a seguir, siento su placer en mi boca, mis labios lubricados, mi lengua saboreandola, invito dos dedos luego tres a ser participe, los va y viene encorvados en su interior le provoca un espasmo que me sorprendió pero me encantó, la miraba mientras se corría en mi boca...

Me vuelvo a sentar, ella sin pensarlo se subió encima mío, ni falta hizo encaminar mi polla en su interior, el GPS de nuestro profundo deseo ya mostraba el camino a mi falo, no había perdida, ni camino equivocado, en el mismo instante que mi polla se introduce ella se estremece, y por fin clavo sus uñas felinas en mi espalda, como deseaba sentirlos en mi carne ardiente, me araña con ganas, dolor y placer en un mismo instante que me llevaba a las estrellas, la sentía tan excitada, tan húmeda, cabalgandome lentamente, introduciéndose lento y profundo mi polla, en sus movimientos compartidos acompañándola en aquel ritmo como si ambos estuviéramos sintonizados en la misma onda, en el hilo de un mismo deseo, nos follamos tan bonito, nos miramos, nos abrazamos, nos besamos, aún recuerdo el olor de su cabello en mi rostro, el de su piel, el de sus labios, y esa mirada que no apartaba la vista de mis ojos azules, como si mirase adentro de mi alma mientras me cabalgaba, miraba en el mar azul de mis jadeos y yo me hundía en los suyos mientras la sentía por completo, me regaló unos gemidos al oído, suspiros eternos que me envolvía, me excitaba aún más hasta que explote, y ella al mismo tiempo.

Aún recuerdo esa electricidad pasando por mi cuerpo y el suyo, electrocutados en nuestro placer, mi cuerpo tensándose, ella me beso apasionadamente, no dejamos de besarnos una y otra vez...

Acabamos mirándonos intercambiando sonrisas de satisfacción y diversión por la circunstancia tan poco peculiar en la que nos encontrábamos, luego volvió a sentarse a mi lado, nos arreglamos, recuperando nuestro aliento poco a poco, abrazándonos y besándonos pero el tiempo corría y los kilómetros a su destino se hacían más cortos, y llegó el momento de la despedida.

No dormimos en toda la noche, pero el autobús llegó a Bilbao y ella se bajó, a través del cristal de aquella ventana recuerdo cuando se volteó para mirarme, antes de bajar me regaló un beso en un adiós que llegó demasiado pronto pero que recuerdo como si fuera ayer !!!!!!

Nunca volví a saber de ella pero jamás la olvide.

Stéphane.
****11 Mujer
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Wow amore, tu relato me hace sentirme en ese autobús, y disfrutar de esos momentos y de ese morbo de estar en un lugar sin importar más que uno y el otro y la pasión de ese encuentro.

Magníficamente escrito, gracias por compartirlo y por esas sensaciones y temperatura que me haces sentir y que me hacen recordar otros momentos vividos!!

Besos intensos T'💋💋💋
******r63 Hombre
1.936 Publicación
Maravilloso aunque efímero encuentro. La de situaciones que nos deparan los viajes en diferentes medios de transporte y lo que se dispara nuestra imaginación cuando no se hacen realidad estos encuentros.
Bravo @*******r2s
*******r2s Hombre
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Autor de un tema 
Estos viajes como aquellos en trenes, en aviones, en autobuses, en coches, cualquier viaje inesperadamente puede despertar momentos que jamás hubiésemos imaginado vivir y compartir pero cuando ocurren anda que es pura delicia.
Gracias por tu comentario @******r63
Un abrazo enorme!!!
*******r2s Hombre
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@****11
Bueno ya te contesté en el grupo de relatos eróticos pero no es de menos decirte que deseo con muchísimas ganas aquel día en el que volvamos a estar juntos (J-12) y descontando jejeje donde podamos subir la temperatura, vivir y compartir esos momentazos que ambos saboreamos como si no hubiese un mañana. T'💋💋💋
****ura Mujer
834 Publicación
Vaya @*******r2s , vaya situación más morbosa. Que sensación cuando un desconocido te atrae hasta tal punto que eres capaz de dejarte llevar, en lo desconocido y en lo conocido. Un autobús se hace inmenso sin nadie alrededor y a la vez pequeño cercano donde solo estás tú y la otra persona.
Muy pasional... me ha encantado
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