Los arreglos se pagan en carne .Pulpo a feira

Impacientes, nos subimos al coche ,sin que aún mis piernas dejarán de temblar. Ni corta, ni perezosa me fui con determinación a por mi atracción fatal. Derechita a por su cinturón, sin perder ni un pizquita de tiempo y asi poder liberar mi ansiado trofeo.

Me ayudó, por qué mis deditos, impacientes, torpes y faltos de riego (sanguíneo) no atinaban. Despues de unos tiras y aflojas, por fin liberó mi anhelado premio. Era de justicia compensar su descaro, alguna compensación me tendria que dar mi amoroso pulpo, después de la afrenta realizada, compincharse con mi sangre para semejante alboroto.
No imagine mejor compensación. Bueno, Quizás los perdone algún día ,soy así de blandita .

Con nocturnidad y alevosía, comienzo mi carrusel de vaivenes y sacudidas en tropel. Mi lengua traviesa quiere resarcir el agravio a toda prisa.
Mi pulpo no ofrece resistencia, ni trata de escurrirse, ni escapar,. Aún así, no iza bandera blanca, ni se rinde. Se deja hacer , se deja llevar, nubla su vista, sus manos languidecen apoyadas en su costado.

Su polla es puro hierro candente ,un sabor único que mi sin hueso adora .
Golpeó suavemente su glande ,bajo y subo lentamente por toda su extensión inventando piruetas y acrobacias.

Su miembro fluctúa a la deriva entre los vaivenes y virajes de mi lengua. Hoy, inquietantemente creativa ,galante y aduladora, engulle y requiebra, para volver a empezar. Arriba y abajo, up and down, innovando con chispa sus caricias para su tormentoso placer .

Erecto lo recibe mi boca imaginando un desbordamiento chispeante ,como de burbujas de champan agitadas por mi impudica lengua .
Su sangre se calienta en las venas , hinchado el perverso falo. Golpe a golpe, lo siente el paladar y el cielo de mi boca ,lo palpan antes de que ocurra .

El placer vibra en mi sexo ,devoto de esta amorosa lujuria de sentir su empuje en mi garganta, que borra la linea entre la dulzura y la bestialidad fundiendolas en el mismo acto .

Sueño con avanzadillas de diluvios de lava .Soy Tea ardiendo.

Arde la estación.

Su carne, sublimemente imperativa, invade mis valles. Taladra sin freno, Percute una y otra vez, palpita orondo, trepidante, a sus anchas.
Se atasca en los desfiladeros de mis ganas que van cerrando con clara intención mis labios .Me siento con el poder y el control de su carajo .

Escalofrío de vértigo recorren sus adentros y los míos van a la par.

Ni tan siquiera soy consciente de que pasáramos de un extremo a otro ,con el sigilo de un experto carterista me roba el control, con el simple gesto de apoyar su mano en mi nuca y solo dos palabras
"Abre la boca "
Golpea el fondo de mi garganta con su arriete como nunca ,delirante, violentamente. Es tal el furor del abordaje, que la masa de su carne incontrolada, horadando la voluptuosa boca hace crujir mis sienes.
Sus manos no se apartan de mi nuca ,empujando mi cabeza contra su vientre, mancillando mi garganta con todo su cipote. Sí, carne real gozando del calor y la humedad de mis fauces.

Me olvido del champán ,de sus burbujitas ,de tempestades y otras obviedades. Mis predicciones más ambiciosas se quedan en minúsculas expectativas .

Sin gobierno ni control, me siento al borde del Apocalipsis. Empiezan a aflorar lágrimas en mis ojos que devastan el rimel y resbalan por mi mejilla.Por la comisura de mis labios escapan espumarajos, babas de placer que humedecen su verbo. Aguanto estoicamente el tirón de este ahogamiento celestial de este rayo que no cesa.
Y estalla como un trueno rugiendo, puta delicia, está ciclogénesis explosiva, su polla victoriosa en mi garganta .

Y mi coño. Ay! Mi coño...
Otra vez, otra vez desbordado.

Y no preguntarme por favor ,donde andaba mi sangre que sigo sin perdonarla