Relato compartido ....

Subí a la moto y a punto estaba de arrancarla cuando cambié de opinión. Había decidido ir solo pero, tuve una corazonada dictada por mi instinto. Ese sexto sentido que nunca me fallaba... "llama a tu mejor amigo, ella no irá sola...". Sacó el móvil de su chaqueta y tecleó el mensaje "Jota, haces algo esta noche?"....

Jota y yo acudimos a la recepción en silencio. Estábamos nerviosos. Al llegar, el recepcionista nos indicó que nuestra compañera ya estaba en la habitación esperándonos (O, más bien, esperándome). Nos dio la tarjeta-llave y el número de habitación.
Subimos en ascensor hasta la última planta, mientras le explicaba a Jota los detalles de nuestra cita. Al llegar, las luces automáticas se encendieron descubriendo una puerta ligeramente abierta. Era la de nuestra habitación.
Entorné totalmente la puerta al tiempo que Jota dio al interruptor. Empezamos a reírnos a carcajadas: la habitación que nos habían dado estaba decorada...

La habitación de Bruce Wayne, el alter ego de Batman. Jota y yo nos miramos sin saber qué decir, mientras seguíamos riendonsin poder parar. Reconozco que en ese momento mi cita supo dar en el clavo con la ambientación... un enorme cabezal con el símbolo del murciélago, paredes grises, sábanas de satén negro, cuadros de Gotham City y algún retrato de sus enemigos... mi lado más friky disfrutó mucho con la idea de tener un encuentro allí. Jota también parecía estar divirtiéndose con la idea... Pero, dónde estaba ella?...

No tardamos mucho en darnos cuenta que detrás de aquellas cortinas tupidas había un gran ventanal, nuestros pies se dirigieron hasta el sin pensarlo, tras adentrarnos, descubrimos una terraza de grandísimas dimensiones, con todo tipo de detalles, uno de ellos, el famoso faro con el que se puede ver el símbolo de Batman, Pero nuestros ojos no podían dejar de mirar aquella sauna donde...

• Mi querido Batman, esta noche las Gatas, os han capturado a ti y a Robin...- dice la pelirroja mientras acaba de bajarme los pantalones. Llegados a este punto hasta el boxer me sobra. Su voz es dulce, con cierto tono de autoridad...-tranquilos- nos dice...-no os vamos a torturar...
-Demasiado- remata otra voz más grave. La de la rubia...-estáis preparados...?.

Oigo a mi compañero de "torturas" decir afirmativo, lo que me recuerda a un solado, es irónico, y eso me hace sonreír, pero a la gata que tengo frente a mi, parece no divertirle demasiado, tengo la camisa abierta dejando mi pecho descubierto, los pantalones en los tobillos, expectante de lo que pueda llegar a raíz de escuchar el ummm serio de mi "torturadora" y cuando menos me lo espero, zas¡¡ siento un latigazo en mi pecho que me deja sin aliento, de nuevo oigo el sonido sordo que hace un látigo, al cortar el aire, pero esta vez no siento dolor, lo que siento son unas uñas afiladas que recorren suavemente la zona afectada, siento calma, y un palpitar tremendo en mi entrepierna...

Voy camino a casa de Carry, no se hace esperar, en cuanto llego, baja a mi encuentro con una sonrisa pícara en sus labios, le he explicado las "normas" del encuentro, y la habitación que he reservado para ello, parece entusiasmarle tanto o más que a mi jaja la conozco, y es un verdadero volcán, tanto si se presenta sólo o acompañado le gustará que haya contado con mi amiga, los nervios de un primer encuentro nunca me abandonan, creo que solo el hecho de tenerlos ya me pone a cien...

Recibo un whatsup de Alice: ¨ Estoy en el coche en frente de tu casa”

Tengo el corazón a 1000000 km por hora. Solo por poder hacer el ritual de usar el vestido de látex y no llevar bragas, mi líbido y mi exitación están a flor de piel.

Llevo un rato fantaseando con lo que nos reparará la noche. Tengo claro que me apetece una intensa sesión grupal donde interactuaremos todos contra todos, pero siempre mi deseo es provocar y seducir a Alice: mi bella pelirroja favorita!

Me observo en el espejo del ascensor mientras bajo a la calle y me gusto mucho!

Alice esta radiante, la noto ansiosa y con ganas de liarla a lo grande.

Todo el rato tengo ganas de comerle la boca.

Vamos a un hotel temático a la suit de Batman y a mi en principio me corresponde Robin.

De bote pronto me atrae su olor, su mirada brillante y esos tatuajes de tinta negra que se asoman por sus brazos y su pecho.

Trato de rozar su piel con el latex (que es hoy una extensión de la mía)

El juego empieza en la mazmorra

Este encuentro va a ser recordado...tenemos a Batman y Robin atados a la cruz de San Andrés
con los pantalones bajados, los botones de sus camisas andarán por el suelo, no hemos podido resistirnos a arrancarsélas de cuajo

Hay que dejar claro que aquí mandan las gatas, y así se lo hemos hecho saber, con nuestros actos y nuestras palabras

mí felina pelirroja, acaba de azotar con el látigo a su Batman, dios me pone a mil verla así, verlos así...

No puedo disimularlo mucho, ya que mis pezones se pueden apreciar duros y erectos a través de la tela...

Miro a Batman. El bulto de de sus boxers me dice que esta situación le pone tanto o más que a mi. Le rozo con mis uñas y gime... Mmmm. Me separo de él y dejo caer el látigo sobre su pecho... Intenta no inmutarse pero se ha retorcido en un gesto involuntario.... Me encanta...
-Mi querido Batman... Esta noche mandan las gatas... Y como sabemos que tu y Robin sois algo rebeldes creemos que un poquito de disciplina no os va a venir mal-.
-Os vamos a azotar diez veces- prosigue mi compañera de juegos- vais a contar cada azote, y añadiremos uno más por cada vez que os olvidéis contar. Estáis Preparados...?...

Es ese factor impredecible de las mujeres lo que nos hace únicas y enigmáticas. Somos como obras de arte vivientes.

En otras ocaciones he intentado seducir a mi amiga y ella se ha escaqueado siempre con la elegancia y el saber estar que la caracteriza.

Hoy la vibro diferente… me esta observando todo el rato mientras se muerde los labios.
Hay una tensión entre nosotras que es nueva.

Tenemos a dos superhéroes deliciosos atados en la mazmorra de la baticueva y yo estoy deseando a mi amiga.

Trato de centrarme en los latigazos y la polla de Robin… tengo que reconocer que no esta nada mal.

Necesito un tequila!

Diez azotes, los he contado a duras penas, noto un ardor en el pecho, pero es agradable... Hoy he cedido el poder a la gata dejándome llevar por su capricho... pero, en otras circunstancias ya estaría empotrándola sin piedad sobre esa enorme cama que he visto al entrar. Creo que Jota se ha descontado una vez...
Han parado. Todo está en silencio... Las oigo cuchichear, qué tramarán? Oigo unos pasos. Se acerca a mi, noto sus tetas apretando mi pecho, y sus brazos a la altura de los míos, me está quitando las cadenas. Las oigo caer, no me muevo, su perfume me pone a mil, tengo que hacer un esfuerzo para no abalanzarme sobre ella. La deseo. Las cadenas de Jota también se caen al suelo. Me besa, su lengua recorre el interior de mi boca, su mano se mete en mi boxer, agarra mi polla suavemente y empieza a masturbarme... Quiero tocarla, meterle mano bajo ese vestido de latex. Me golpea la mano...
• Quietecito estás mas guapo-me dice mientras se ríe maliciosamente...
Como me gusta esta gata...

La muy... Me está haciendo una mamada a un ritmo que me vuelve loco, si sigue así me correré y me va a dar igual lo que me haga después. Ha parado. Se acerca a mi oreja y susurra "quieres que te folle?". Asiento con la cabeza. Coge un preservativo de la mesilla (probablemente lo ha puesto ella ahí antes de mi llegada, lo tiene todo calculado...). "Pues entonces... Suplícalo...".

La cuenta atrás de los azotes finalmente termina y escucho caer al suelo las cadenas que nos sometían.

Mi colega y su ama gatuna desaparecen por arte de magia.


El hermoso demonio vestido de latex se aproxima a mi con un chupito en la mano, se moja la punta de los dedos con tequila y los pasa por mis labios.

Aprovecho para acercarme a ella de rodillas. Comienzo a acariciar con firmeza sus piernas forradas en látex. Es la primera vez que la tengo tan cerca. Voy subiendo por su anatomía inspirado por su aroma y esa personalidad arrolladora que me vuelve loco.
Sin preguntármelo me da un tequila y permite que yo siga jugando con sus piernas. Me quiero poner de pie, pero ella lo impide.
¨Hoy mando yo ¨ dice pausada pero enérgica.

Acto seguido comienza a restregarse contra mi, acercando con violencia su coño a mi cara.
Yo intento darle bocados y estimular su sexo escondido detrás del látex. Parece que le gusta porque se desmelena y permite que mis manos suban hasta su pecho y caigan hasta sus muslos frenéticamente una y otra y otra vez.

Quiero investigar que hay debajo del látex, pero una vez mas me detiene diciendo:

¨Hoy mando yo!¨

La gata pasa al ataque de nuevo: Baña mi pecho en tequila y comienza a perseguirlo con sus labios y su lengua hasta llegar a mi polla.

Wow….vaya momento sublime.