Eterno
Si soy, es por ti. Si vivo, es gracias a ti. A tu previsión, a tu orden y meticulosidad. A tu impecable forma de hacer las cosas. A tu deliciosa forma de amar.En los momentos más duros has estado conmigo. Cuando mi cuerpo no podía más, cuando mi fuerza se disipaba, cuando reinaba mi caos más absoluto. Ese en el que paradójicamente encuentras aquello que no te permite alejarte de mí.
Esa esencia que nos une y que nos mantiene de manera inquebrantable con el paso de los años. Que nos permite volar libres y amar sin restricciones, buscando ser eternamente felices, pero con la certeza de que siempre nos tendremos el uno para el otro.
Porque así te quiero ver: feliz, amado, deseado. Como la primera vez que nos cruzamos. Como tras nuestra promesa de amor eterno. Como nuestro vínculo vital que prevalecerá cuando nosotros ya no estemos.
En mis horas más vulnerables aún me encuentras deliciosa. Acostumbrado a mi apabullante energía, mi actual fragilidad, lejos de asombrarte, te cautiva y no vacilas en hacerme el amor cuando tienes la ocasión. De esa forma tan intensa donde el cariño, la necesidad, la pasión y la locura se apoderan de ti y te afloran por la piel.
Eres mi eterno amanecer y la luz del faro que me guía en las tinieblas. Porque contigo soy, y cuando a tu lado estoy nada más importa. Y al anochecer, me dejas la sensación de siempre querer más. De hacerme entender por qué no me canso de ti. De recordarme por qué vivo por ti.
En mi eterna tempestad encuentras que no te valen los "te quiero", sino los "contigo me siento vivo". Y la vida me ha querido dar una segunda oportunidad para en tus llamas renacer.
Cuando mis pétalos caigan sobre tus raíces tendré la certeza que en ellas rebrotaré otra vez.
Quérote.