El club
Tras meses de arduas gestiones, Mark mi compañero de juergas, en lejanas noches alicantinas, lo consiguió.No en vano, es uno de los sommelieres jefes del club de vinos más exclusivo de Londres, y por tanto del mundo.
Por primera vez se colaba en él, un ilicitano con menos experiencia enológica que Paquirrín en solfeo.
En el aeropuerto ya me recibieron con presencia impecable y a bordo de un tesla corporativo. Recibí además de su Fp2 con el sello del club, un extenso dossier de los valiosos vinos que nos esperaban, todos en formato mágnum.
Tras franquear sus lujosas puertas en el número 67 Pall Mall, nos dirigimos a una sala, en la que pude distinguir un óleo de Renoir frente a una larga mesa de nogal, que iba a ser escenario de una experiencia inolvidable.
Parecía un pase de Victoria Secret vinícola para nosotros.....
Súbitamente, sonó el despertador, se me habían pegado las sábanas, era lunes y tenía que prepararle al nene la leche con colacao.
Soñar es gratis, y proporciona experiencias inalcanzables.
La imagen son del 67 Pall Mall, el verdadero parque Disney.