Relación abierta

Algunos dicen que es la mejor forma de vida, de relacionarte, de dar rienda a tus deseos y salir de la monotonía de Shakira.

A final siempre vuelves a casa o sea a tu ruinoteca, bueno vinoteca, y no sabes que bailar.

Posiblemente esas dudas de elección sean lo mejor de esta afición al mundo del vino.

Hoy salgo con esta madura rubia procedente de una solera sanluqueña y después pego un salto para visitar a esa joven riojana o me quedo en mi zona de confort, con esa monastrell adulta, elegante, señorial o tal vez sería mejor dar un escarceo con esa joven moscatel mediterránea réplica de Brigitte Bardot pero de la Costa Blanca no azul.

A todo esto, arriba de esta retahíla de tonterías mañaneras de jueves festivo está la foto de un vino. De los que se podría decir que nunca falla. Eso de nunca falla suena a esa muchacha sin defectos que no te apasiona pero con la que estás agusto y podrías pasar tardes y tardes viendo Netflix.

Equilibrio es mi palabra favorita, es virtud en si misma, muchas bodegas lo consiguen, pero cuando llevas muchos vinos probados, quizás buscas rarezas, desequilibrios que denotan personalidad, carácter y ser diferente a la aburrida generalidad.