Si aún no has oído hablar ni has practicado el slow sex o sexo lento, ¡ya va siendo hora! Nos encanta que sea con JOYclub con quien vayas a iniciarte en este tema porque así nos aseguramos de que te quedará claro como el agua qué es y cómo practicar el slow sex. No te dejaremos irte sin darte antes algunos consejos a la hora de pasar a la acción.
¡Agudiza tus sentidos porque te van a hacer falta!
Slow sex: el mindfulness del sexo lento
Resulta casi imposible que el ritmo frenético del día a día no termine afectando también a nuestras relaciones sexuales. Encuentros fugaces de cinco minutos, polvos echados con prisa entre tarea y tarea, llamadas que interrumpen nuestro coito. Esto se traduce en una actividad sexual monótona y con poca chispa. Un aburrimiento, vaya.
Como su nombre indica, el slow sex consiste en mantener relaciones sexuales sin prisas. Se basa en cuidarse y estimularse tomándonos todo el tiempo que deseéis.
Sin ser lo mismo que el sexo tántrico, sí que es cierto que el slow sex comparte con el tantra esa premisa del vivir el aquí y ahora, de implicar los cinco sentidos y de cuidar la respiración. Con razón se ha ganado la denominación del mindfulness del sexo: se trata de un sexo que se practica plenamente consciente.
Ventajas del slow sex
¿Por qué te aconsejamos esta práctica sexual? Lo primero, para salir de la rutina y probar algo nuevo. Experimentar siempre es un acierto y la pareja lo agradecerá. Lo segundo, por los innegables beneficios de la salud. Uno de los más conocidos: el sexo lento reduce el estrés.
Y, hablando de salud y sexología, te puedes estar haciendo la siguiente pregunta: ¿el slow sex se puede practicar siendo eyaculador precoz? ¡Sí, sí y sí! El slow sex es ideal para retrasar la eyaculación. Y si lo combinas con ejercicios de Kegel, mejor aún.
Otra de sus innumerables ventajas es el permitirte reconectar con tu pareja dedicándole el tiempo que se merece y que os cuesta encontrar por culpa de las obligaciones cotidianas.
1. Libera tu agenda
Para disfrutar de una sesión única de sexo sin prisas, ¡qué no tengas que mirar el reloj! No hagas planes para ese día. Haz que tu único plan sea disfrutar del mejor sexo. Organízate para que nada interrumpa vuestro momento.
2. Prepara el ambiente
Unas velitas aromáticas, música que os ponga a tono, luz tenue e incluso un picoteo con alimentos afrodisíacos. Mimarse poniéndole cariño a cada detalle.
3. Juguetes sexuales, picardías…nada sobra
Como tú te encuentres más sexy; lo importante es sentirse bien en la intimidad. Lencería mona, unos aceites relajantes para masajes, aparatitos para acompañar vuestros juegos previos…
Ya está todo a punto para dejarse llevar por las fantasías. ¿Qué prácticas se pueden realizar siguiendo la filosofía del sexo sin prisas? ¡Sigue leyendo!
Slow penetration sex: sentir cada penetración
Existe el mito de que la penetración, para ser cien por cien placentera, tiene que realizarse con fuerza y velocidad. ¡Falso! No hace falta empotrar para tener un orgasmo ni para conseguir una estimulación sexual plena.
Penetrarse mientras te miras a los ojos, mientras besas a la otra persona, la acaricias, estimulando sus zonas erógenas al mismo tiempo. ¡Eso sí que pone! Por ejemplo, si la mujer está arriba, aprovecha para estimularle los pezones mientras se mueve, lamiéndolos con suavidad.
Practicar el coito con los cinco sentidos, saboreando cada movimiento y variando de posiciones sexuales a vuestro gusto. Sin la presión de tener que alcanzar el orgasmo. Disfrutando el camino y no solo la meta.
Slow anal sex: sexo anal placentero
El slow sex anal puede ser unas de las posiciones sexuales más excitantes de realizar. Lo primero y más importante es el consenso. ¿A los dos os apetece? Entonces genial.
El ano está repleto de terminaciones nerviosas con ganas de gustito. No tengas prisa, empieza por introducir un dedo y, con suavidad, ve masajeando. Utiliza lubricante e introduce el pene o un consolador despacito y preguntándole siempre a la persona penetrada antes de ir ganando en profundidad.
Si la persona penetrada tiene vulva, aprovecha para estimular el clítoris al mismo tiempo con tus dedos, un vibrador o un succionador. Si tiene pene, disfruta viéndole masturbarse o mastúrbalo tú.
Slow oral sex: felación y cunnilingus al dente
Ha llegado el momento de dejar de lado esa mala costumbre de dedicarle solo unos minutos durante los preliminares al sexo oral. Resulta una práctica muy placentera con la que vulvas y penes alcanzan el clímax.
Para un cunnilingus en sexo slow, empieza lamiendo y besando los labios internos y externos. Busca el clítoris y deléitate con él. Mientras juegas, mira a tu pareja y disfruta viéndola gemir. ¡Qué su placer sea el tuyo!
Agárrale la mano, acaricia sus muslos. Sin dejar de chupar el clítoris, introduce dos dedos y muévelos con suavidad. Cuando ya esté cerca de alcanzar el orgasmo, aumenta un poco la velocidad de tus dedos y no dejes de succionar el clítoris.
Si realizas una felación con sexo slow, aprovecha para masajear la zona perianal. Una zona erógena muy poco mimada que merece más atención. Utiliza tus dedos o algún juguete.
Utiliza tus manos para que sigan el ritmo de tu boca. Masajea el tronco del pene mientras te concentras la lengua en el glande. No dejes la mano rígida, gira un poco la muñeca y realiza movimientos suaves. Sin olvidarte de preguntar antes, introduce un dedo en el ano para masajearlo y estimular la próstata y el punto G.
Slow sex = sexo increíble
Este es el resumen perfecto de lo que significa el sexo sin prisas. Cada vez más de moda, no pasa desapercibido para nadie de los que lo practican. ¡Y con razón!
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