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Hablemos de Squirt

¿Tú también fantaseas con correrte a chorros?

¿Qué es un squirt o squirting? ¿Es lo mismo que la eyaculación femenina? ¿Es sinónimo de orgasmo y máximo placer? ¿Todas las mujeres pueden tener uno o sólo algunas privilegiadas? El squirt o squirting es una práctica sexual cada día más popular y muy diferente a la denominada eyaculación femenina. Te cuento por qué en este artículo.

Por Javiluu


Hablemos de Squirt

Sexóloga, enfermera de profesión, diplomada en sexualidad humana y terapia sexual, máster Sexología y género y máster en terapia sexual y de pareja. Actualmente, realizo terapia y asesoramiento sexológico online y soy creadora de contenido en Instagram.

La primera vez que vi un squirt

La primera vez que vi un squirt fue en una película porno y no podía creer que la vulva tuviera ese “poder”. No sabía si el líquido que salía era orina u otra cosa, pero de todas formas nunca pregunté por vergüenza de no saber qué era a pesar de que soy mujer. No recuerdo muy bien cómo ni cuándo fue que descubrí su nombre, aunque creo que fue en mis primeras clases de sexualidad. Entonces, yo todavía pensaba que el squirt era lo mismo que la eyaculación femenina (sigue leyendo si quieres saber las diferencias).

Más allá del nombre de este fenómeno aparentemente paranormal que solo veía en el cine X, algo tenía bastante claro: mi vulva por sí sola no disparaba ese líquido como si lo hacía aquella vulva rosada y perfecta que vi en el porno.
Hace unos años me entró la curiosidad por saber más con respecto a este tema porque nunca había conseguido tener uno y asistí a un taller sexológico online del sexólogo Sergio Fosela, donde se hablaba de esta práctica, sus particularidades y la técnica manual para conseguirlo.

En la actualidad, como sexóloga he podido ver lo importante que es para muchas personas y la popularidad que ha ganado con los años.

El squirt ha acabado siendo un gran desafío tanto para personas con vulva y personas con pene a la hora de un encuentro sexual, idealizando esta práctica como un objetivo en sí mismo.

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El squirt: del porno a la realidad

Me he preguntado de dónde vendrá esta necesidad, pero creo que una de las respuestas está a simple vista y la respondo al comienzo de este artículo: el porno. Aunque quisiera remarcar que hoy no vengo a hablar de porno, de si es bueno o malo para tu salud sexual, se me hace inevitable mencionarlo, ya que ha influido de manera directa en cómo somos y nos comportamos en la cama. Ha sido una de nuestras fuentes de información y de educación sexual, que tiene características que la hacen muy atractiva por el hecho de que es de fácil acceso y gratuita.

Quisiera recordarte que lo que ves en el porno no es real y que existe una industria empecinada en vender, que el squirt es sinónimo de orgasmo y máximo placer cuando la realidad es que no siempre es así.
 

¿Todas podemos “echarnos a chorros”?

El squirting (“echarse a chorros” en castellano) no es lo mismo que la eyaculación femenina. El squirt es la expulsión de un chorro que contiene orina diluida que proviene de la vejiga, sale por la uretra y contiene concentraciones variables de urea, creatinina y ácido úrico, que van de 15 a 100 centímetros cúbicos, el cual no produce olor.

Hay que tener en cuenta que solo cerca de un 10 % de las mujeres lo presentan de forma natural y regular. Según el manual de sexología y terapia sexual del Dr. Francisco Cabello, quien ha investigado en profundidad respecto al tema, afirma que “la mayoría de las mujeres podrían conseguirlo con el estímulo adecuado”. En cambio, la eyaculación femenina ocurre con mayor frecuencia, pero es difícil de percibir, ya que son unos pocos milímetros de líquido lechoso y proviene de las glándulas parauretrales, que también son conocidas como la próstata femenina, las cuales se contraen y aparece durante el orgasmo o previo a él y se tiende a confundir con la lubricación de la excitación.

 

Orgasmo ≠ squirt

Es importante desmontar el mito de que el squirting es sinónimo de orgasmo, ya que este último puede ocurrir antes, durante o después. A diferencia del squirting, la eyaculación femenina está mayormente relacionada con el orgasmo.
Así, el squirt es una práctica sexual placentera, digna de descubrir y de practicar si así se desea, pero te sugiero no sentirte más o menos mujer por conseguirlo o más o menos hombre por provocarlo, ni tampoco creer que por no conseguirlo se está frente a una dificultad sexual. Y por último, no se debe confundir el squirting con la lluvia dorada, siendo esta última el orinar de manera voluntaria.

 

VÍDEO: Coñozcamos nuestro cuerpo

Desmitifiquemos el squirt

En la sociedad actual existe una jerarquización de las prácticas sexuales, poniendo el coito y el squirt por sobre las demás, dejando entre ver la relevancia que se le da a genitalización, es decir, las prácticas sexuales enfocadas en los genitales. A menudo nos olvidamos del resto del cuerpo, siendo que toda nuestra piel es una zona erógena a estimular.

Debemos tener en cuenta que la finalidad de una sexualidad sana y placentera, no tiene que ver con lograr ciertas prácticas, ya que hacen que nos perdamos en la mecanización de ellas y repliquemos lo que vemos, sin sentir realmente el placer que nos prometieron. Por eso es muy importante que tengas en cuenta que un orgasmo tiene múltiples puertas de entrada, incluso existen los llamados orgasmos secos, donde no se produce ni eyaculación femenina, ni squirt.

Te recuerdo que no somos máquinas hacedoras de prácticas sexuales, sino más bien personas intentando conectar con el placer y el goce.

Como menciona la sexóloga Elena Crespi, lo importante es “fluir con los fluidos y vincular lo que pasa en nuestro cuerpo con el placer, en lugar de la vergüenza y el tabú”.

Para finalizar, es considerable que tengas en cuenta que en la web existe muchísima información y que aún no existe la evidencia científica suficiente, como menciona La licenciada C en su libro Sexo ATR, para afirmar que toda persona con vulva puede tener un squirt, ya que es variable el hecho de que algunas puedan hacerlo de manera voluntaria y otras no. Así que, si tienes vulva, la mejor forma de saber es llevándolo a la práctica sin presiones y descubriéndote con total libertad.


¿Has experimentado un “squirt”? ¿Te es fácil alcanzarlo? ¿Te gusta esta práctica? ¿Cuál es tu técnica para lograrlo? ¡Comparte tus tips sexuales en el foro!

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